EL PODER DEL CHUPETE

abril 09, 2018

Esta semana voy a dedicar el post a un tema relacionado con los niños y la maternidad, ¿qué opináis sobre ponerle chupete a los peques? ¿, no? 

Si os apetece acompañarme y leer sobre el tema, os animo a seguir leyendo, os cuento cómo nos ha ido a nosotros, pros y contras, consejos sobre el uso del chupete y cómo y cuándo es mejor que los niños abandonen su uso.

Desde que nacio el peque, todo el mundo nos decía que lo más recomendable era esperar a que la lactancia estuviese establecida y a poder ser no darle el chupete hasta que tuviera un mes... 

Pero cuando nuestro hijo cumplió las tres o cuatro semanas más o menos, decidimos ponerle el chupete ya que lloraba mucho, vimos que era un niño muy nervioso, y lo sigue siendo, y el chupete le relajaba..
Ademas nuestra matrona nos apoyo por completo, ya que la lactancia se había consolidado perfectamente. 

Sin embargo también tuvo una temporada de rechazo, protestaba cuando se lo poníamos y esperamos a que lo aceptase de nuevo, se lo íbamos poniendo cuando lo veíamos nervioso o con sueño y al final lo volvió a coger por que le ayudaba a tranquilizarse. 

Tenemos la suerte de que no es muy dependiente del chupete, veremos que pasa mas adelante... 
¿qué hicisteis vosotros? ¿vuestros peques usan chupete? ¿lo necesitan para dormir?... 

Es bien sabido, que muchos padres confían mucho en el chupete, pero ¿es realmente adecuado? A continuación os planteo una serie de pros y contras respecto a su uso y algunos consejos.

LOS PROS
Para muchos bebés, los chupetes representan una manera de sentir placer y satisfacción. Estas son las principales ventajas de su uso:
  • Calman a los bebés: algunos bebés son más felices y se sienten más relajados cuando tienen algo que chupar o succionar.
  • Ofrecen una distracción temporal: los chupetes pueden ser útiles durante las inyecciones, análisis de sangre u otros procedimientos médicos.
  • Ayudan a los bebés a dormir: si tu bebé tiene dificultades para dormirse, el chupete puede ayudarlo a coger el sueño.
  • Si vais a viajar el chupete les ayuda a aliviar las molestias durante el vuelo: los bebés no pueden regular por voluntad propia los cambios de presión del aire tragando saliva o bostezando, por eso el uso del chupete les puede ayudar.
  • Reduce el riesgo del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL): distintos investigadores han descubierto una asociación directa entre el uso del chupete durante el sueño del bebé y un menor riesgo de padecer el SMSL.
  • Se pueden desechar: cuando llega el momento de quitarle el chupete al bebé, puedes desecharlo, sin embargo, si tu hijo luego empieza a chuparse el dedo, ya será más difícil romper con este hábito.

LOS CONTRAS
Por otro lado, el uso de los chupetes también lleva asociado una serie de inconvenientes: 
  • El uso precoz del chupete puede interferir con la lactancia materna: succionar el pecho de la madre es diferente a succionar un chupete o un biberón, y algunos bebés son muy sensibles a estas diferencias. Algunos estudios sugieren que el uso temprano de tetinas artificiales está asociado a una disminución de la lactancia materna exclusiva, aunque no está del todo claro.
  • Su uso puede producir otitis media aguda: se ha demostrado que la utilización del chupete es un factor de riesgo de otitis media aguda, ya que el chupeteo continuo, con las fosas nasales bloqueadas, puede aumentar el reflujo de las secreciones de la boca y la faringe hacia el interior de la cavidad del oído medio.
  • Tu bebé puede volverse dependiente del chupete: si tu bebé utiliza el chupete para dormir, quizá debas levantarte varias veces por la noche para calmar sus lloros cuando se le cae de la boca.
  • El uso prolongado del chupete puede conllevar problemas dentales: el uso normalizado del chupete durante los primeros años de vida no causa problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede causarle al bebé malformaciones en la dentadura.

QUÉ PUEDES HACER Y QUÉ NO
Si eliges ofrecer el chupete a tu bebé, recuerda estos consejos:
  • Espera a que la lactancia esté consolidada: sé paciente, quizá te lleve algunas semanas o más establecer una rutina regular de lactancia. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda introducir el chupete a partir de las 4 o 6 semanas después del nacimiento.
  • No utilices el chupete como primera línea de defensa: algunas veces un cambio de posición o un rato de balanceo pueden calmar el llanto del bebé. ¡No permitas a tu hijo que lo utilice todo el día!
  • Escoge chupetes de silicona de una sola pieza: los chupetes hechos de dos piezas constituyen una amenaza para la salud de los bebés si se rompen, ya que podrían tragarse las piezas. Una vez elijas un chupete determinado que le guste a tu hijo, ten a mano chupetes idénticos no te quedes solo con uno ya que puede que después no quiera ningún otro chupete salvo el suyo...
  • Deja que tu bebé establezca el ritmo: si el bebé no está interesado en el chupete, intentalo más tarde o directamente deja de dárselo. Si el chupete se le cae de la boca mientras está dormido, no se lo pongas otra vez.
  • Mantenlo limpio: antes de ofrecerle el chupete, comprueba que esté completamente limpio. Antes de los 6 meses de edad (su sistema inmunitario está madurando) hiérvelo o lávalo en el lavaplatos; a partir de los 7 meses lávalo con agua y jabón. Resiste la tentación de “limpiarlo” en tu boca, sólo conseguirás propagar más gérmenes al bebé.
  • No lo cubras de azúcar: no pongas sustancias dulces en el chupete, pueden provocarles caries.
  • Vela por su seguridad: remplaza los chupetes con frecuencia, utiliza un tamaño apto para la edad del bebé y observa si se pierden piezas o se deteriora. Nunca utilices una cadena o una cuerda demasiado larga, el bebé podría ahogarse con ella.

¿CUÁNDO ES MEJOR QUE EL BEBÉ ABANDONE EL CHUPETE?
Para reducir el SMSL, la AAP recomienda ofrecer el chupete durante la siesta o durante la noche hasta el primer año. No obstante, a medida que el bebé va creciendo, los riesgos del chupete empiezan a superar los beneficios. Mientras que muchos niños dejan el chupete por su cuenta entre los 2 y los 4 años, otros necesitan ayuda para romper el hábito.
Según la edad de tu hijo, consulta estos consejos para que deje el chupete, no son milagrosos pero quizás ayuden:
  • Lactantes: abrazar, mecer, cantar, poner música suave o masajear al bebé pueden ser alternativas muy efectivas en vez del chupete.
  • Primeros 2 años: actividades, juguetes, peluches u otros objetos de afecto pueden ayudar a distraer al niño del deseo de tener el chupete.
  • Niños a partir de los 2 años: considera la opción de llegar a un trato con tu hijo, por ejemplo cambiar el chupete por un libro, un juego o un juguete, o explícale un cuento que le ayude a comprender la necesidad de dejarlo. Quizá tu dentista pueda participar en el proceso de abandono del chupete explicándole los riesgos que tiene el chupete para su boca.
En cualquier caso, ante cualquier duda no dudéis en visitar a vuestro pediatra o al dentista.


Espero que os haya gustado el post de hoy, que os sirva de ayuda y que no dudéis en contarme vuestras experiencias. 
¡¡Gracias por pasaros y leerme, nos vemos en el próximo post!!

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