MI EMBARAZO

octubre 02, 2017


Quiero dedicar el primer post de la semana a contaros como estoy llevando y como está siendo mi embarazo ya que escribiendo me siento bien.

Pero no quiero que sea un post moñas, ni aburrido... sino ameno y divertido. 

Espero que muchas os sintáis identificadas conmigo y animar a las que todavía no os habéis lanzado al mundo de la maternidad.

El embarazo es una etapa preciosa, única, pero tampoco es un camino de rosas o por lo menos no para todas. 
Yo no puedo quejarme mucho ya que en estas 34 semanas he tenido todos esos síntomas y me han pasado todas esas cosas que te cuentan pero en pequeñas dosis.

Creo que todas soñamos con un embarazo de película, en el que disfrutamos de la dulce espera de nuestro retoño: nos quedamos embarazas a la primera, casi sin darnos cuentas; no tenemos vómitos, ni mal cuerpo, ni ardores, no nos duele la espalda, ni se nos hinchan las manos y los pies, no tenemos que dormir con 3 o 4 almohadas, ni lloramos por cualquier cosa y mucho menos visitamos el baño unas 100 veces al día...
 
En fin... Nuestra aventura empezó hace casi un año cuando decidimos que por fin queríamos embarcarnos en la aventura de ser padres. Y la verdad es que no me costó mucho quedarme embarazada, unos 6 meses, dentro de la media nacional.

Y digo 6 meses por qué no tengo en cuenta mi primera falta, que se produjo a los 3 meses de ponernos al lío, justo en noviembre del año pasado, sin embargo ese embarazo no llego a buen puerto.

Fue un duro golpe para nosotros, sobre todo para mí, puesto que ya me había hecho ilusiones. Lo superamos juntos y seguimos adelante, con la suerte de que en febrero ya no me vino la regla y el jueves 16 de marzo de 2017 apareció la palabra EMBARAZADA en uno de esos maravillosos test de embarazo.

Fue un momento mágico, de felicidad, nervios, alegría, emoción... En el que Nacho y yo nos abrazamos y sentimos que era de verdad, que nuestro deseo de ser padres se iba a cumplir y que desde ese momento todo iría bien.

 

Y así fue... ya en la semana 6 de embarazo pudimos escuchar el latido de su corazón y ver como ese lacasito se había instalado en mi interior con la intención de crecer y crecer.

En esa primera ecografía no pudimos distinguir nada, obviamente, pero aún así ¿Puede haber algo tan bonito como generar una vida dentro de otra? 


Poco a poco pasaron las semanas, dimos la noticia a nuestras familias y amigos y todo iba bien, los pechos me aumentaron como si no hubiese un mañana y tenía más sueño de lo habitual, pero nada que no se solucionase con una buena siesta.

De repente llegaron las famosas nauseas y vómitos...
Por suerte no eran matutinos, ya que en el trabajo lo hubiera pasado mal, sino que eran más bien trasnochadores, así que había pocos días en los que la cena se quedase dentro de mi cuerpo.
No hubo remedio que lo solucionase, ni vasito de leche, ni manzanilla, ni tres almohadas en la cama, ni las archiconocidas pastillas cariban...

Menos mal que no se quedaron conmigo mucho tiempo y tampoco vomitaba todos los días, así que el día que desaparecieron fue día de celebración.

Durante el primer trimestre mi barriguita no parecía la de una embarzada, no comenzó a asomar hasta el cuarto mes, más o menos, y casi que lo agradecí porque me iba a tocar pasar el verano con ella. Además tuve suerte y por mucho que me lo decían no se me hincharon las manos ni tuve tobillos de elefante.

Pero bueno, volviendo al pequeño ser que está creciendo en mi interior, a primeros de junio aparecieron las primeras patadas, fue una sensación extraña, no estaba segura de que fuesen patadas, me parecía muy pronto, pero me sentí feliz, por fín podía notarlo dentro de mí!!!

No puedo explicarlo con palabras, cada vez que lo noto se me dibuja una sonrisa en la cara, es como una llamada de atención para saber que está ahí, pero la sonrisa desaparece cuando son las 12 de la noche, me quiero dormir y el pequeñín está de fiesta...

A papí le costó más notarlo, pero ahóra mismo eso no es problema ya que no para de moverse, girarse, dar patadas y hasta tiene hipo unas dos o tres veces al día... 

Me encanta compartir esta sensación con él, ya que aunque no es lo mismo sentirlo desde fuera me gusta que le dé besitos, que le hable y que me ponga la mano en la tripita ntras nos miramos con cara de complicidad.


Pero bueno, dejando a una lado el tema de las patadas, he de ser sincera y deciros que los dos queríamos que este bebé fuese niña, hasta habíamos pensado nombres para ella, pero todo apuntaba a que un pitilin asomaba por ahí... y así fue!!!

A primeros de Julio, en nuestra cita con el ecógrafo se confirmaron nuestras sospechas y vimos claramente que nuestro bebé era niño!!! Al principio me desilusione un poco, pero fue cuestión de segundos... íbamos y vamos a querer a ese bebé más que a nada en el mundo.

Una vez confirmado, llego el difícil momento de buscarle un nombre, no habíamos pensado en nombres de niño... Así que pedimos ideas a nuestros familiares, miramos listas de nombres de niños en internet, hasta al ingenioso papá le dio por repasar los nombres de los futbolistas de la liga a ver si alguno nos gustaba... Por fin, y después de darle muchas vueltas y descartar nombres como Hugo, Elías, Marcos, Enzo... Decidimos que nuestro bebé se llamaría LUCAS.

   

Siguiendo con los síntomas y desgracias que te pueden pasar durante el embarazo no me puedo olvidar de lo que comúnmente llamamos "se me sube la bola"
Esto tampoco es que me haya pasado muy a menudo, pero cuando pasa es para agarrarse bien a la cama, porque no os creáis que esto sucede durante el día no, sino cuando más a gusto estas, durmiendo como un lirón.

Y qué deciros de las visitas al señor roca... ahora mismo creo que tengo una micro vejiga. Durante el día voy unas cuantas veces al baño, pero es que durante la noche parece que mi reloj biológico se activa y cada dos horas me despierto.
Tendré que tomármelo como un ensayo de las veces que me tendré que levantar cuando por fin nazca el bebe. Sin embargo la clara diferencia está en que ahora me levanto medio dormida y me vuelvo a la cama en un minuto y cuando el pichón haya nacido la cosa no durará unos minutitos...

A primeros de agosto, me realizaron la famosa prueba de la glucosa, por suerte me salió bien y no he tenido que hacer ningún tipo de dieta ni privarme de ese chocolatito de después de comer. 
Deciros que la prueba no es para tanto, aunque hay que madrugar para ir al hospital y pasarte allí más de una hora. Sin embargo, ese líquido dulzón que te dan no esta tan malo como lo pinta, es como tomarte un chupito de azúcar puro y duro, mejor bebértelo de trago y fuera...

Lo que si he tenido que tomar estos últimos meses, y seguir tomando hasta el final del embarazo es el hierro, ya que en mis análisis me salió anemia. Pero no es nada grave, lo único que hay que saber es que cuando vayas al baño tus aguas mayores van a pintar muy negro...


Y así han ido pasando las semanas, y cada vez íbamos con más ilusión a la consulta de la ginecóloga con ganas de ver a nuestro retoño... pero en cada visita salía un poco apenada de no poderlo ver mejor, ya que esas fotos en blanco y negro dejan mucho que desear, hay que echarle mucha imaginación

Así que en la semana 30, engañe a mi maridito para hacernos una ecografía 4D y la verdad es que la experiencia fue genial, escuchar su corazón, verlo moverse en vivo y en directo, con una calidad de imagen que es una pasada. 
Ver su carita, con sus morritos, la naricita, las manitas moviéndose... Sin duda os lo recomiendo, yo me alegro de haberlo hecho ya que si no la hubiéramos hecho se que después me hubiera arrepentido... 

Y como resultado de esa visita al centro ginecológico aquí podéis ver al pequeño Lucas... y aunque parece imposible, ya hay gente que ha empezado a sacarle parecido... y para mi desilusión todos apuestan por el padre, dicen que es clavadito a él, ya lo veremos cuando nazca... algo habré hecho yo no??


Volviendo a mi lista de desgracias, otro de los síntomas propio de los últimos meses son los ardores, que por supuesto ya he empezado a padecer. Dicen que si tienes ardores el niño te saldrá peludito... espero que no salga un pelocho, teniendo en cuenta que su padre es de poco pelo... 

Pero bueno, para solucionarlo esta vez parece que si hace su efecto el vasito de leche por las noches y tomar una ranitidina a la hora de la comida. Aunque no los elimina por completo por lo menos la noche es más llevadera...

Sin embargo lo que peor llevo es el insomnio, eso de despertarme a las 6 de la mañana y estar en vela hasta las 8 lo llevo fatal, con lo que yo he sido de dormilona... Pues nada, en ese tiempo hay veces que leo, trasteo con el móvil... y hay días que termino dormida en el sofá... 
En fin, otro entrenamiento más para cuando llegue el bebé.

También reconozco que me he convertido en una compradora compulsiva, al estar embaraza me he vuelto un poco loca buscando tiendas de bebés, de juguetes, cuentas de instagram, blogs... todo lo relacionado con la maternidad y el mundo infantil. 
En resumen que las compras online han aumentado en los últimos meses y el repartidor y yo ya casi somos amigos...
Por otro lado, y ahora que ya se acerca la recta final he de confesar que tengo las hormonas a flor de piel, me emociono, estoy más sensible y lloro enseguida, sobre todo cuando pienso en lo poco que queda para conocerle. 
Tengo sentimientos enfrentados, ya que por un lado me da pena no tenerlo y sentirlo dentro de mí y por otro quiero conocerle ya!!

Pero no todo son desventajas en esta etapa, estar embarazada también tiene sus ventajas, te dejan sitio en el autobús urbano, te ayudan si vas cargada, puedes hablar de tu peso sin reparos, te libras de hacer esfuerzos e incluso de recoger la mesa después de comer, te dicen lo guapa que estas (sobre todo mi suegra, que si por ella fuera, estaría siempre embarazada) y sobre todo te sientes feliz, muy feliz!!!
 

Hoy mismo empiezo la semana 34 y el final del embarazo tengo que tomármelo con calma. En la última visita a la consulta de la ginecóloga me dijo que tengo el cuello del útero corto y que el niño ya está muy encajado en la pelvis. Así que me receto progesterona para evitar posibles contracciones y aguantar como mínimo 3 semanas más... Por eso no sé cuando os daré la noticia de que Lucas ya ha nacido, pero seguramente será más pronto que tarde... teniendo en cuenta que yo también fui ocho mesina. 
De hecho nuestros familiares han hecho una porra, a ver quién es el afortunado en acertar la fecha en la que le veremos la carita a Lucas por primera vez.

Para terminar, y seguro que todas las mamás están de acuerdo conmigo, el embarazo es una etapa de la vida que MERECE LA PENA VVIR. A pesar de todas las dificultades y síntomas varios lo mejor es vivir esta experiencia plenamente, conocer nuestro cuerpo y al pequeño ser que crece en nuestro interior, disfrutar de esos 9 meses a tope, compartirlo con los demás, fotografiarlovivir cada momento, escribirlo... pero sobre todo SER FELICES Y RECIBIR A NUESTRO BEBÉ CON LOS BRAZOS Y EL CORAZÓN ABIERTO!!  

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